El primero de la tarde llegó al último tercio con embestida boyante, noble y repetidora, y Jorge Ibáñez le instrumentó buenos muletazos, ligados y templados. Falló con el descabello, por lo que todo quedó en silencio. Con un espléndido toreo en redondo, comenzó Ibáñez su faena al encastado que hizo cuarto y que pronto hizo amagos de rajarse. La faena fue modelo de seriedad, buen toreo y cabeza clara. Pinchazo, media y dos descabellos hicieron que el premio quedara reducido a una vuelta al ruedo.
El segundo llegó a la muleta de Roberto Carlos con pronta y repetidora embestida y el debutante mostró con él decisión y buenas maneras. Una excelente estocada, de rápidos efectos, puso en sus manos una oreja un tanto benévola. Al quinto le administraron un duro castigo en varas, por lo que Roberto Carlos sólo pudo demostrar una cierta voluntad un tanto improductiva. Miguel Ángel Perera escuhó un aviso en su primero. Los muletazos al noble animal que cerró plaza tuvieron sabor.
Arroyo, Arranz / Ibáñez, Roberto Carlos, Perera
Novillos: primero y segundo de Enrique Martín Arranz, tercero de Viento Verde, cuarto, quinto y sexto de José Miguel Arroyo, de juego desigual. Jorge Ibáñez: silencio y vuelta al ruedo. Roberto Carlos: oreja y silencio. Miguel Ángel Perera: silencio tras aviso y oreja. Plaza Monumental. Barcelona, 18 de mayo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de mayo de 2003