Metrovacesa está sin gobierno. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) suspendió ayer los derechos políticos de la participación de Bami en la segunda inmobiliaria española, y de sus máximos ejecutivos, al estimar que supera el 25% del capital, con lo que tendrá que lanzar una oferta por otro 10%. Esta decisión, sin precedentes en la historia del organismo supervisor, es fruto de la investigación abierta durante la fallida oferta hostil lanzada sobre Metrovacesa por un grupo de inversores italianos.
La larga y encarnizada batalla por Metrovacesa todavía colea. Un mes después del fracaso de la oferta pública de adquisición (OPA) hostil encabezada por el grupo Caltagirone sobre la inmobiliaria, el consejo de la CNMV ha congelado los derechos políticos de la participación del actual accionista de control, Bami. Además, la autoridad bursátil ha suspendido del ejercicio de su cargo a los cuatro consejeros de Bami en Metrovacesa, incluido el presidente, Joaquín Rivero, y el consejero delegado, Manuel González García.
El fondo de esta decisión proviene en parte de una operación realizada por Bami en plena OPA, cuando elevó su participación en la segunda inmobiliaria española un 1%, hasta el actual 24,99%, para bloquear la ofensiva de Caltagirone. Sobre el papel, esta cifra se encuentra en el límite permitido por la ley para no lanzar una OPA (25%). Pero la CNMV no lo ve así, porque considera que el control real de Bami supera el 25% del capital si se excluyen del cálculo las acciones en autocartera de Metrovacesa (cerca de un 1,4%, según Bami). Estos títulos no tienen derechos políticos. Además, el organismo supervisor tiene en cuenta las acciones de los consejeros de Bami a título personal, una cifra que no consta en los registros de la web de la CNMV.
Cotización suspendida
"Se entiende que Bami ha alcanzado una participación en el capital con derecho de voto de Metrovacesa superior al 25%, sin haber promovido una oferta pública de adquisición", señaló ayer en un comunicado la CNMV, que también suspendió la cotización de ambas compañías.
Para recuperar sus poderes y que los cuatro consejeros sean rehabilitados, Bami tendrá que lanzar una OPA por al menos otro 10% del capital. Fuentes de Bami indicaron que estudiarán a fondo la resolución.
La duda es si Bami dispone de recursos para afrontar esta obligación en solitario o bien tiene que buscar el apoyo de un socio. A cierre de 2002, su deuda alcanzaba 914 millones de euros, de los que 547 millones correspondían al préstamo suscrito para financiar su entrada en Metrovacesa. Ese 10% del capital valía ayer en Bolsa unos 135 millones.
La decisión de la CNMV es el último episodio de una polémica historia que comenzó cuando Bami se hizo con el control de Metrovacesa el año pasado tras comprar la participación del BBVA a cambio de una jugosa prima del 59% para el banco, pero de la que los pequeños accionistas se quedaron al margen.
Apenas seis meses después, Bami se vio sorprendida por la entrada en escena del empresario Francesco Caltagirone. En plena OPA hostil, se produjeron movimientos masivos de acciones, cambio de manos de paquetes accionariales y acusaciones cruzadas entre las partes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de mayo de 2003