El electorado de Sant Vicent del Raspeig decidirá el futuro de su corporación municipal con la vista en el pasado. Los resultados electorales de 1999 se truncaron con una serie de divisiones internas del PSPV y con la aparición de tránsfugas que violaron los pactos y entregaron el gobierno municipal a Luisa Pastor, del Partido Popular. Así, los 17.900 votos socialistas no impideron que el PP, con 11.276, se hiciera con la alcaldía.
El socialista Francisco Canals, que destapó la caja de los truenos, fragmentó el grupo municipal, proceso que terminó con la renuncia de cuatro concejales que pasaron al grupo mixto en 2000. Suspendido de militancia, Canals dejó en manos de Pastor la alcaldía, con el apoyo del ex socialista José Gadea.
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"Yo espero unos buenos resultados electorales para la noche del 25 de mayo, en función de la gestión que hemos desarrollado y los proyectos que hemos terminado", señaló la actual alcaldesa, Luisa Pastor. "No creo que los hechos del pasado tengan que repercutir negativamente en el PP. La moción de censura se ha demostrado que no ha sido negativa para Sant Vicent, y que era necesaria ante una situación de ingobernabilidad".
A esta situación se enfrenta el joven Rufino Selva, de 33 años, que ha pretendido hacer borrón y cuenta nueva para limpiar la imagen de un PSPV castigado por las manchas del pasado. De hecho, sólo el concejal de esta legislatura, José Antonio Guijarro, se mantiene en la candidatura actual. La idea ha sido poner a gente nueva, caras nuevas e ideas nuevas, fuera de fraccionamientos y disputas.
Será el electorado quien apunte con su voto los pactos posibles entre los grupos minoritarios como EU o el Partido San Vicente Independiente (PSVI), que cuentan con dos concejales respectivamente. Además de la sombra alargada de Francisco Canals, hoy cabeza de lista del Bloc, que también estará presente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de mayo de 2003