Estimado presidente de la Comunidad: conocerá que el reglamento de transporte de autobuses urbanos e interurbanos prohíbe subir con maletas y prohíbe subir con un bebé en su sillita, si no está previamente plegada. Quería felicitarle por esas facilidades que dan a los ciudadanos. ¡Así se promociona el transporte público! He sido echada de un autobús por llevar conmigo una pequeña maleta.
Según el conductor, "está prohibido subir con todo lo que pueda molestar a los viajeros". Yo soy usuaria y le digo que no me molestan las maletas de los demás, pero sí tremendamente que me dejen tirada en tierra, a riesgo de no llegar a mi destino a tiempo. No sé si todos los usuarios conocen el reglamento, yo he querido informarme para no volver a ser insultada e Internet me ofrece leerlo a un módico precio de 2,50 euros. ¡Pague para prevenir!
Dicen que quieren favorecer la natalidad, por favor dedique un día a hacer unas compras con un bebé y utilice el transporte público, después cuénteme cómo se las ha arreglado para sujetar a la criatura con una mano, sostener la silla, plegar el carro con la otra, subir con todos los bultos y sacar el billete en tiempo récord antes de que el autobús se ponga en marcha y salgan despedidos. ¡Ah! Y a no perder la cartera en todo su ajetreo. ¿No sería más sencillo tener un espacio reservado para maletas y para carros, donde el bebé va más seguro atado con sus correítas? No sean tan prepotentes en sus campañas políticas cargadas de prometedoras mejoras en lo que a grandes problemas se refiere y dejen por ello de lado estos pequeños detalles que a todos nos facilitarían la existencia. No den un paso adelante y otro hacía atrás, ¡que así no se avanza, señores!
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de mayo de 2003