Comparto con el señor Aznar la afirmación repetidamente vertida en todas sus comparecencias públicas: la bajada de la tasa del paro tras la llegada del PP al Gobierno.
En efecto, los datos que el presidente maneja muestran ese descenso, pero no se menciona que provienen de la Encuesta de Población Activa, cuyos parámetros han sufrido tres modificaciones cruciales: en el 95-96 se cambia el seccionado, es decir, los individuos encuestados, con lo que se consigue un aumento del empleo del 5% y reducción del desempleo de más del 25% en la Comunidad Autónoma de Madrid, por poner un ejemplo; en el 2000 se realiza otro cambio de seccionado "para adecuarlo a la realidad española", cuya repercusión es menos evidente, pero sigue la misma línea que la previa; en el 2002 se produce una nueva reponderación y se excluyen del concepto de parados los inscritos en el Inem que no hayan buscado trabajo en un mes (sin contar con los trámites realizados en el propio Inem, que seentienden como meramente administrativos) y se logra un aumento del 5% del total de activos, una subida del 8% de ocupados y el descenso de la tasa de desempleo de 13% a 10,5%.
La moraleja es que el paro ha caído gracias a las modificaciones de las encuestas y que la pretendida comparación de estos datos con los de años anteriores al 95 es incorrecta, puesto que la forma de contabilidad no es la misma.
Sería de agradecer que un supuesto estadista del calibre del señor Aznar lo tuviera en cuenta a la hora de criticar a los temidos socialistas, pues los recuentos pueden volverse en su contra.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de mayo de 2003