El grupo Chupa Chups reconoce pérdidas en Europa, en 2002, por valor de 6,3 millones de euros, con una bajada de la facturación del 13%. Tras anunciar el cierre de su factoría de Bayona (Francia), el grupo ha decidido poner en marcha un plan industrial con ajustes de producción en su factoría de México -el grupo español busca un socio en el país latinoamericano-, el abandono definitivo del mercado de Brasil y la venta de la línea de negocio de bollería en Rusia.
En paralelo, Chupa Chups, que se centrará ahora en una línea de apoyo a sus marcas de caramelos, prepara también un plan financiero con el que tratará de reducir a la mitad su deuda, que alcanza los 110 millones de euros. Para ello "abordará una ampliación de capital de 20 millones de euros y recibirá una entrada de recursos de otros 30 millones, que serán aportados por la familia Bernat, el accionista único de la compañía", según un portavoz.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de mayo de 2003