Parece que las encuestas sobre intención de voto han dejado estupefactos a más de uno y la verdad es que no entiende muy bien por qué. A lo que se nos convoca en estas elecciones es a la censura (positiva o negativa) de la gestión municipal y autonómica, se pregunta si como consecuencia de dicha gestión los ciudadanos están mejor o peor que hace cuatro años, o dicho de otra forma, si estando peor, lo están lo suficiente como para cambiar el voto. Si algo se ha puesto de manifiesto en sucesivas elecciones es que somos muy conservadores, nos cuesta mucho cambiar la orientación de nuestro voto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de mayo de 2003