"Pueden perjudicar y pueden beneficar, en función de que sean bien o mal llevadas. Una coalición que sea capaz de aunar un proyecto común es una buena opción, pero una en la que primen los intereses particulares sobre los intereses generales será perjudicial para la ciudad. Es lo que pasa sobre todo cuando la coalición la hacen dos partidos contra otro, como la que en Baleares se hizo contra el PP y que ha causado que toda la región se quede atrasada".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de mayo de 2003