La empresa Antibióticos, propiedad del grupo Edison (antiguo Montedison), negocia con el Principado de Asturias instalar en esta comunidad autónoma una planta de fabricación de productos de biotecnología que tenía previsto localizar en León. El proyecto supone una inversión de 30 millones de euros y la creación de medio de centenar de puestos de trabajo de alta cualificación. Fuentes del Gobierno asturiano confirmaron anoche las conversaciones.
La compañía negocia, entre otros extremos, la colaboración en la nueva planta de la Sociedad Regional de Promoción (SRP), dependiente del Instituto de Desarrollo Económico del Principado de Asturias (Idepa), mediante la concesión de subvenciones a la inversión, participación en el capital de la sociedad filial que se constituya y concesión de un crédito blando.
La planta que Antibióticos pretende instalar en Asturias iba a localizarse en León, donde la empresa ya tiene una importante implantación fabril, con unos 400 empleos, y una presencia histórica, anterior a su adquisición por la entonces Montedison.
Edison es un relevante grupo multinacional que opera en diversos sectores y que tiene una facturación anual de 340 millones de euros.
El grupo pretende desprenderse de sus actividades ajenas al negocio de la electricidad. La versión electrónica del diario La Voz de Asturias ligaba ayer el traslado de la inversión anunciada de León a Asturias al posible intento de la Junta de Castilla y León de convencer a Edison para que venda Antibióticos a la empresa Laboratorios Ovejero.
El Principado de Asturias ha ofrecido varios emplazamientos posibles en el área central de esta región. Antibióticos, que había ratificado a principios de este año su intención de implantarse en León para paliar los ajustes que sufrieron sus instalaciones en dicha ciudad, ya ha invertido en torno a un millón de euros en el desarrollo de la cepa a partir de la cual obtendrá los productos biotecnológicos que pretende fabricar.
Antibióticos fue propiedad de la familia Abelló, hasta que a mediados de los años ochenta su mayor accionista, Juan Abelló, y su entonces socio Mario Conde, vendieron la empresa, con una extraordinaria plusvalía, al grupo italiano. En los años noventa, la fábrica leonesa atravesó una fuerte crisis.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de mayo de 2003