Luis Scola ve el aro como una piscina, y todavía más grande cada vez que se enfrenta al Unicaja. El jueves anotó 20 puntos, pero no valieron para que el Tau ganara. Ayer, con 36, sí bastó. La eliminatoria vuelve a Málaga con un empate a una victoria. Cualquier cosa puede ocurrir, pero queda claro que hay un jugador sobre el que pivota el duelo.
El partido de Vitoria no necesitó esperar hasta el final para conocer al ganador. Hasta el descanso supuso una repetición del jueves, sólo que desde el otro lado del negativo. Esta vez, el Unicaja mandó en el marcador gracias al rebote, sobre todo en el aro del Tau. Pero le faltaron otros recursos. Por eso su ventaja inicial (3-12) menguó poco a poco hasta que se llegó al intermedio con 42-46.
TAU 91 - UNICAJA 84
Tau: Calderón (7), Vidal, Nocioni (18), Scola (36), Griffith (4); Foirest (6), Palladino (6), Corrales (5), Wolkowyski (9) y Gadou.
Unicaja: Bullock (7), Sonko (10), Risacher (5), Okulaja (9), Kornegay (6); Slater (10), Gurovic (8), Esteller (12), Cabezas (15), Weis y Berni Rodríguez (2).
Árbitros: Mitjana, Alzuria y Conde.
Unos 8.400 espectadores en el Buesa Arena.
La clave estuvo en la arrancada tras el descanso, cuando el Tau puso la quinta velocidad. Mejoró la defensa y, así, Calderón pudo lanzar el ataque. Para rematarlo ahí estaba Scola, que lo hizo todo. Corrió el contragolpe, lanzó desde media distancia, desbordó en los reversos y también en el uno contra uno.
Maljkovic, pese a disponer de una batería interior extraordinaria, no encontró soluciones. Ni Okulaja, ni Kornegay, ni Slater, ni Weis... El Tau se escapó con una ventaja de 14 puntos y, pese a los encomiables intentos del Unicaja, ya estaba todo liquidado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 25 de mayo de 2003