Edgar Contante, votó. Fue una ficción con la intención de llamar la atención sobre los inmigrantes extracomunitarios que no tienen derecho al voto. La plaza de la Virgen tuvo ayer un elemento electoral no previsto. La asociación de ecuatorianos Rumiñahui colocó una mesa electoral en la que durante tres horas emitieron su voto un centenar de inmigrantes, la mayoría de Suramérica. Pero cerca de las 13.00, la policía se personó en el lugar con un papel firmado por la junta electoral para retirar la mesa. Según la junta electoral, la presencia de la mesa de Rumiñahui podía "provocar confusión en el electorado".
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de mayo de 2003