El PNV ganó anoche con holgura en coalición con EA las elecciones municipales y forales en Euskadi, lo que le da al lehendakari, Juan José Ibarretxe, el respaldo en las urnas, aunque sea indirecto, que buscaba para seguir adelante con su plan soberanista, que llevará al Parlamento de Vitoria el próximo septiembre. Este resultado es, en buena parte, un triunfo personal del propio Ibarretxe, quien ya en las autonómicas de 2001 llevó a la coalición nacionalista a la mayor cifra de votos jamás obtenida por una candidatura en Euskadi (más de 604.000 papeletas). Ahora, se ha quedado cerca de los 500.000 sufragios, el mejor resultado para el nacionalismo democrático en unas municipales en Euskadi desde los primeros comicios en 1979.
PNV-EA suma casi 500.000 votos, el mejor resultado nacionalista en unas locales
Populares y socialistas suman la mayoría absoluta en Vitoria y en la Diputación alavesa
El voto nulo promovido por la ilegalizada Batasuna supera las 120.000 papeletas
Tres detenidos en Bilbao y en Bergara por distribuir propaganda de AuB
Pese a este éxito, Ibarretxe no ha conseguido vencer en la batalla alavesa: la coalición nacionalista es la primera fuerza en la Diputación, pero PP y PSE suman mayoría absoluta y en el Ayuntamiento de Vitoria los populares triunfan por apenas 1.400 votos. También aquí populares y socialistas superan entre ambos la mayoría absoluta.
El lehendakari, quien había pedido insistentemente durante las dos semanas pasadas una movilización similar a la de hace dos años -una "marea" de votos, según la expresión que repitió en los mítines- se implicó a fondo en la campaña, especialmente en Álava, lo que contrasta con la práctica desaparición de ella del presidente de su partido, Xabier Arzalluz.
El nacionalismo moderado sube casi 10 puntos con respecto a los comicios municipales de 1999. Su triunfo debe tanto a los réditos que obtiene de la anulación por los tribunales de las plataformas herederas de Batasuna, como a la movilización propia. La participación se acercó ayer al 70%, casi siete puntos más que hace cuatro años.
El PSE-EE es el otro partido que obtiene un éxito notable en los comicios, subiendo casi cinco puntos sobre los resultados de hace cuatro años hasta situarse de nuevo como la segunda fuerza política de Euskadi, pese a ceder terreno en la Margen Izquierda vizcaína, uno de sus feudos tradicionales. El PP, en cambio, se estanca, con un tanto por ciento de votos casi similar al de 1999, aunque ha aumentado la participación.
Los nacionalistas, con el propio Ibarretxe a la cabeza, habían hecho de la recuperación de su mayoría en Álava una de las claves de los comicios. Ahora su sensación es agridulce. Vencen con claridad en la Diputación, donde le sacan al PP tres junteros de ventaja, pero populares y socialistas suman mayoría absoluta (y pueden contar además con el juntero de UA) y, con toda seguridad, le cerrarán al paso a la institución, lo que dejará a Ibarretxe sin la pata que necesitaba para respaldar su plan. En Vitoria, además, el PP es la primera fuerza de la ciudad y suma con socialistas mayoría absoluta.
En Bilbao, el actual alcalde, el peneuvista Iñaki Azkuna, obtiene una clara victoria, pasando de nueve a 13 concejales. Azkuna, quien durante el pasado mandato tuvo que gobernar en minoría hasta el punto de que no pudo aprobar ningún presupuesto, obtiene tantos ediles como PP y PSE juntos. Ninguna de estas dos fuerzas consigue aumentar su representación. Los tres ediles de IU, que hasta ahora sólo tenían uno, podrían dar la mayoría absoluta a uno u otro bloque, aunque la federación de izquierdas ya ha anunciado que con sus votos el PP nunca tendrá la alcaldía. IU, socio de gobierno del PNV en el Ejecutivo vasco, se ha mantenido en la oposición municipal en todo momento.
El PNV afianza con claridad su hegemonía en las diputaciones de Vizcaya y Guipúzcoa, logrando en ambas una mayoría absoluta de la que en estos momentos carecía.
Odón Elorza, alcalde socialista de San Sebastián, revalida su triunfo, que le abre la posibilidad de gobernar la ciudad por cuarto mandato consecutivo. Elorza suma un edil más a los nueve que tenía. Pese a no obtener la mayoría absoluta, su éxito le deja la opción de elegir como posible socio tanto al nacionalista Román Sudupe (gana dos concejales) como a la popular María San Gil (gana uno), con quien ya cerró un acuerdo de gobierno que saltó por los aires en marzo de 2002 por sus profundas discrepancias.
La estrategia de la ilegalizada Batasuna por el voto nulo se tradujo en más de 120.000 papeletas. Pese a la movilización de su mundo en que se había embarcado la izquierda abertzale, su resultado prosigue la pérdida de votos de los últimos comicios.
Esta vez no hubo urnas rotas ni acoso a los candidatos del PP y del PSE-EE. Euskadi y Navarra registraron incidentes aislados causados por seguidores de Batasuna que no alteraron la normalidad general de la jornada. Tres personas fueron detenidas en Bilbao y Bergara (Guipúzcoa) cuando distribuían propaganda de la plataforma AuB.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de mayo de 2003