El partido del ex presidente Juan Cruz Alli, Convergencia de Demócratas de Navarra (CDN), será la bisagra que otorgará las mayorías absolutas en el Parlamento de Navarra y el Ayuntamiento de Pamplona, instituciones en las que el centro-derecha gana espacio, mientras los socialistas crecen de forma insuficiente. El nuevo triunfo electoral de UPN no le sirve, sin embargo, para gobernar en solitario la Comunidad foral. Tendrá que pactar.
Los dirigentes regionalistas señalaron ayer que confían, no obstante, en alcanzar un acuerdo de legislatura con la formación centrista de Juan Cruz Alli que les otorgaría la mayoría absoluta de la que carecieron la pasada legislatura. CDN se mostró dispuesta a entablar conversaciones con el partido del presidente foral, Miguel Sanz. Alli destacó que su partido tiene "la clave de la gobernabilidad", cuando las encuestas lo daban por desaparecido.
En la sede socialista de Pamplona se respiraba una matizada satisfacción por el avance del PSN-PSOE, aunque trocada en decepción ante el reconocimiento del avance conservador, que lo priva de valor práctico. El ligero aumento en el número de votos y el mantenimiento de los 11 escaños que el partido del candidato socialista, Juan José Lizarbe, tenía no le permitirán tomar la iniciativa para formar un Gobierno alternativo a la derecha en Navarra. Los cálculos sobre la sopa de letras que el PSN-PSOE debería aglutinar para formar un Ejecutivo progresista se desvaneció al constatarse la mayoría absoluta que alcanza el centro-derecha con los 12 escaños del socio navarro del PP y los cuatro de su escisión, el CDN de Alli. "Nuestra capacidad de negociación es mayor que la de UPN, pero ellos han ganado las elecciones y deberán tomar la iniciativa", indicó un destacado dirigente de la ejecutiva socialista navarra.
Quienes sí manifestaron su satisfacción fueron los dirigentes de la coalición EA-PNV, cuyo poder municipal se consolidó en casi toda la zona norte de Navarra. La desaparición institucional de Batasuna trastocó enormemente la representación institucional del nacionalismo vasco, en la que destacó la irrupción de Aralar en el Parlamento foral y el Ayuntamiento de Pamplona y el reforzamiento de la representación de EA-PNV. "Estamos muy satisfechos aunque debemos ser muy cautos porque las diferencias están siendo muy ajustadas", señaló la candidata de la coalición EA-PNV, Begoña Errazti.
Los dirigentes de Aralar, que entra con 4 escaños en el Parlamento de Navarra y con dos concejales en el Ayuntamiento de Pamplona, expresaron su convencimiento de que los resultados permitirán a la fuerza liderada por Patxi Zabaleta consolidarse como una alternativa soberanista legal en las principales instituciones de Navarra.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de mayo de 2003