El mapa político valenciano no ha cambiado. Partido Popular fue ayer el partido más votado en las elecciones autonómicas y municipales en la Comunidad Valenciana, si bien los partidos de la izquierda redujeron ligeramente la ventaja que los populares les sacaron en los comicios de 1999. En el ámbito autonómico, el PP apenas pierde apoyos (obtiene el 46,91% de los votos, frente al 47,59% que obtuvo hace cuatro años), lo que le permite superar de nuevo la barrera del millón de votos y, con ellos, mantener la mayoría absoluta en las Cortes Valencianas, de manera que podrá continuar en el poder en la Generalitat. Frente a ello, los partidos de la izquierda y los nacionalistas experimentan una tímida subida. El Parlamento valenciano consta de 89 escaños, por lo que la mayoría absoluta se sitúa en los 45 diputados. En 1999 el PP obtuvo 49 parlamentarios, el PSPV-PSOE se quedó con 35 y Esquerra Unida (EU), la federación valenciana de IU, con 5. En las elecciones municipales el PP también mantiene sus posiciones: las tres capitales de provincia y las tres diputaciones quedan en poder de los populares.
El dato de la participación era clave y los partidos de la izquierda habían depositado grandes esperanzas en un aumento del número de votantes. No en vano, en las últimas convocatorias la abstención se había cebado especialmente en ese sector del electorado, mientras que los votantes de la derecha sí habían acudido en masa a los colegios electorales a depositar sus sufragios. Pero ayer el índice de participación sólo superó en algo menos de tres puntos el registrado hace cuatro años.
El día había amanecido radiante, aunque fresco, y desde primeras horas la afluencia de ciudadanos a los colegios electorales fue mayor que hace cuatro años. A las seis de la tarde había votado ya el 57,4% de los electores, cuatro puntos más que en 1999. Finalmente se quedó en un 72,20%. La movilización fue notable en toda la geografía valenciana, especialmente en las grandes ciudades. El máximo histórico de participación en unos comicios autonómicos estaba en el 76% del año 1995, cuando la derecha accedió al poder tras 13 años de gobiernos socialistas en la Generalitat.
Los sondeos a pie de urna difundidos al cierre de los colegios electorales ya anunciaban que el PP mantenía con holgura su mayoría absoluta. El vaticinio se fue confirmando conforme avanzaba el escrutinio. Con el 98,18% escrutado, los populares consiguen 1.110.270 votos (46,91%, frente al 47,59% de 1999, cuando lograron 1.083.306 votos) y pierden un diputado -se quedan con 48-, que ganan los socialistas. Éstos han conseguido 847.084 votos (35,73%, frente al 33,71% y los 767.442 de hace cuatro años) y suben a 36 diputados, mientras EU, que en esta ocasión concurría en coalición con Els Verds y Esquerra Valenciana bajo el paraguas de l'Entesa, se queda como estaba: logra 148.893 votos (6,29%). Los nacionalistas del Bloc suben, pero vuelven a quedarse a las puertas del Parlamento -que sólo se pueden traspasar si se logra el 5% de los votos en el cómputo global de la Comunidad Valenciana- al lograr el 4,67%, mientras que los regionalistas de Unión Valenciana, con el 2,95%, pierden toda opción, absorbidos definitivamente por el PP.
El PP, que necesitaba la mayoría absoluta para continuar al frente del Gobierno en la Generalitat Valenciana, pues los partidos de la izquierda habían anunciado su disposición a sumar sus fuerzas para desplazar a la derecha, ha visto colmadas su más optimistas previsiones. Su candidato, Francisco Camps podrá formar gobierno en solitario.
Crisis en la izquierda
Enfrente, Joan Ignasi Pla, elegido candidato del PSPV-PSOE después de superar la crisis que sufrió el partido en los últimos años, no sólo tendrá que esperar cuatro años, sino que probablemente se enfrentará a nuevos problemas de orden interno. No en vano, e hecho de subir sólo un diputado, cuando los vientos eran en teoría tan favorables a los socialistas, puede pasarle factura. Por su parte, el líder de EU, Joan Ribó, tendrá que repensar la estrategia de su formación y, probablemente, reconsiderar la opción de l'Entesa. El candidato y presidente del Bloc, Pere Mayor, difícilmente podrá mantenerse como si tal cosa, mientras que el líder de UV, Josep Maria Chiquillo es posible que tenga que echar el cierre.
Por lo que respecta a las tres capitales valencianas, el PP también ha bajado en apoyos, aunque no tanto como para perder las alcaldías. La única ciudad en la que los sondeos a pie de urna arrojaban la posibilidad de que el PP perdiera la mayoría absoluta era Alicante. Pero el escrutinio arrojó una nueva mayoría absoluta para el PP, al igual que en Valencia y en Castellón, donde Rita Barberá y José Luis Gimeno continuarán como alcaldes.
Tras las elecciones de ayer, las Cortes Valencianas iniciarán su sexta legislatura. En las tres primeras gobernaron los socialistas -con mayoría absoluta en la primera y la tercera y en minoría entre 1987 y 1991- y desde el año 1995 han ejercido el poder los populares, los primeros cuatro años con los regionalistas de Unión Valenciana y, desde 1999, con mayoría absoluta. Las nuevas Cortes se constituirán el próximo 12 de junio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de mayo de 2003