El Partit dels Socialistes (PSC) sigue siendo el partido más votado. Pero las urnas le fueron más esquivas ayer que hace cuatro años. El PSC ha sufrido un sensible retroceso de 3,4 puntos (del 37% al 33,9%) en Cataluña. Barcelona es el paradigma de la nueva situación que las urnas han creado: los socialistas han perdido cinco concejales en el Ayuntamiento de la capital catalana -han pasado de 20 a 15- , lo que obliga al actual alcalde, Joan Clos, a renovar el pacto con sus actuales socios: Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) e Iniciativa per Catalunya Verds-Esquerra Unida i Alternativa (ICV-EUiA), grandes beneficiarias de la jornada de ayer. Ambas formaciones han sido las principales receptoras del descontento plasmado en las masivas manifestaciones contra la guerra de Irak y del aumento de participación, que ha pasado del 55,87% de 1999 al 61,26% .
El castigo a los socialistas no ha supuesto un premio para Convergència i Unió (CiU), que desciende dos puntos en Cataluña y pasa del 26% de los votos en 1999 al 24%.
Además de socialistas y convergentes, los electores han erosionado en la mayoría de ocasiones a las fuerzas de gobierno en sus respectivos municipios fueran éstas del color fueran. Con todo, no habrá cambios al frente de las cuatro capitales de provincia. Los socialistas seguirán encabezando las grandes alcaldías que ostentaban: Barcelona, Lleida y Girona, aunque ninguna de ellas con mayoría absoluta. La fórmula de la izquierda plural les facilitará conservarlas. Convergència i Unió también seguirá al frente de Tarragona, gracias a la mayoría absoluta que le brinda el Partido Popular.
Con el 97% de votos escrutados, Esquerra Republicana aumenta cinco puntos, pasa del 7,7% al 12,7% de los votos. Iniciativa per Catalunya Verds también ha visto mejorar sensiblemente sus resultados gracias a la recomposición de la unidad electoral con Esquerra Unida i Alternativa (EUiA), el referente de Izquierda Unida en Cataluña. ICV-EUiA ha pasado del 7,8% al 10,5%. El Partido Popular sigue manteniendo su electorado fiel pese a que no deja su condición de fuerza municipalista marginal, pues no gobierna como primer partido en ninguna de las grandes ciudades catalanas. No obstante, y contra todo pronóstico, mejora sus resultados y pasa del 10,9% al 11,1% de los votos.
Con este escenario electoral y, teniendo en cuenta que la campaña ha estado teñida con muchos elementos de elecciones primarias de las autonómicas del próximo otoño, resulta significativo el mayor desgaste socialista, que no se ve contrarrestado por el de los nacionalistas de CiU. La apuesta tripartita avalada por Pasqual Maragall es la que toma más cuerpo, pese a que su partido haya sufrido un descenso porcentual. El ascenso del conjunto de las fuerzas de izquierda es de casi de tres puntos: del 52,8%, en 1999 al 55,6% de ayer, en toda Cataluña.
Esquerra Republicana se ha consolidado como tercera fuerza municipalista con 411.000 votos, unos 50.000 votos más que el Partido Popular, que queda desplazado al cuarto puesto, e Iniciativa con 338.000. El gran cambio ha sido el aumento de la participación, que ha pasado del 55,87% al 61,26%, del cual se han beneficiado los republicanos -casi 200.000 votos más - y los ecosocialistas -con 110.000 votos más-. Así Convergència i Unió (CiU) obtuvo 773.000 votos en 1999 y 14.000 más ahora. Los socialistas han ganado también perdido 10.000 votos: han pasado a 1.099.000. El PP ha subido 30.000 votos.
CiU ha soportado bastante bien los efectos del Plan Hidrológico Nacional (PHN) en las tierras del Ebro, pero el PP no.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de mayo de 2003