El mapa político extremeño no se altera. El PSOE mantendrá el Gobierno regional y las diputaciones de Cáceres y Badajoz y el Partido Popular (PP) conservará las alcaldías de las tres principales ciudades: Cáceres, Badajoz y Mérida, con el 90% de los votos escrutados. El voto rural continúa respaldando al PSOE y el voto urbano se inclina por el PP, si bien los socialistas han experimentado un gran avance.
El socialista Juan Carlos Rodríguez Ibarra sigue intocable y se dispone a iniciar su sexto mandato consecutivo. "Estoy en el mejor momento político de mi vida", ha enfatizado en los últimos tiempos, y los ciudadanos extremeños se han sentido cómplices con ese estado de bonanza. Lejos de padecer desgaste tras 20 años de Gobierno, el PSOE sube el listón de 1999 y logra dos diputados más (36) con el 51,48% de los votos, casi tres puntos más que los pasados comicios.
El candidato popular, Carlos Floriano, aparece como una nueva víctima de Rodríguez Ibarra. Ni siquiera ha logrado superar los resultados del 99. Los populares han logrado 26 diputados, dos menos que en las pasadas elecciones, perdiendo casi tres puntos. Izquierda Unida (IU)mantiene los tres diputados y el partido regionalista Extremadura Unida vuelve a sufrir otro revés y pasará una nueva legislatura sin representación parlamentaria.
El PP refugia su capital en las tres principales ciudades. Cáceres, Badajoz y Mérida seguirán con gobiernos populares, pero el PP ha sufrido un importante retroceso. Sólo en Badajoz la victoria ha sido clara, mientras que en Cáceres y Mérida, a pesar de conservar la mayoría absoluta, ha estado a punto de perderla.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de mayo de 2003