El PSOE ha conseguido desbancar al PP como primera fuerza política del país, y sus dirigentes reclamaron ayer el derecho a celebrarlo, porque es la primera vez que lo logran en diez años. Pero lo han hecho como consecuencia de un cambio de tendencia, unos 200.000 votos de diferencia, que no permite todavía sacar muchas conclusiones sobre un eventual cambio de ciclo cara a 2004. En las elecciones municipales hay ademas mucho voto disperso, destinado a pequeñas agrupacions y partidos, que desaparecen en las generales, lo que propicia una mayor concentración en los grandes partidos. En cualquier caso, el PSOE ha conseguido en estas elecciones reequilibrar un escenario político que llevaba mucho tiempo orientado a la derecha.
"Tenemos que tomar mucha cerveza antes de poder brindar con champagne", la frase de una veterana militante del PSOE, recogida por una emisora de radio, marcaba bien anoche el sentimiento de buena parte del electorado socialista. La posibilidad de controlar la Comunidad de Madrid, recuperar otras ciudades, como Zaragoza, y, sobre todo, conectar de nuevo con muchos de los jóvenes que se incorporan a la vida política en toda España, no impedía la impresión de que el PP había resistido bastante bien, pese a encontrarse en un momento de gran desgaste político. El propio José Luis Rodríguez Zapatero pareció asumir ese análisis en una conferencia de prensa celebrada ya en la madrugada, extremadamente prudente.
Deuda con Gallardón
Los populares, por su parte, reconocían anoche lo mucho que le deben a Alberto Ruiz-Gallardón. Su candidatura al Ayuntamiento de Madrid ha sido decisiva a la hora de conservar la alcaldía de la capital de España. Y ha sido también su balance en la Comunidad lo que permitió a Esperanza Aguirre arañar la mayoría hasta el final. Si los populares hubieran perdido tanto la Comunidad como el Ayuntamiento de Madrid, hubieran dado la impresión de que sufrían una enorme pérdida de posiciones, por mucho que se hubieran mantenido en el resto del país. Y si eso se evitó fue gracias a Ruiz-Gallardón. Algo parecido ocurrió con Jaume Matas, el ex ministro de Medio Ambiente ha sido capaz de recuperar para el PP el control del Gobierno de las Baleares. Son estas dos victorias, sobre todo, las que permitirán a José María Aznar mantener que no ha perdido sus últimas elecciones. "Su derrota, desde luego, no ha sido dramática, ni nuestro triunfo, espectacular. Pero son derrota y triunfo", aseguraba un importante dirigente del PSOE.
El entorno de Aznar, por el contrario, consideraba anoche que el presidente del Gobierno salía reforzado de estas elecciones cara a su propio partido. Aznar exigió la completa movilización del PP en estos comicios y gracias a esa agitación, voto a voto, los populares han conseguido un resultado nada dramático.
País Vasco
"Si alguien no queda confundido por el resultado de unas elecciones municipales es que no las ha entendido". La broma que solía hacer hace años en estas ocasiones un político de UCD se aplica ahora, sobre todo, en el País Vasco. Los resultados indican, sin lugar a dudas, un aumento del voto del PNV, que ha mejorado en todas las provincias de la Comunidad, incluida Álava. Pero como muy bien reconocía anoche Xabier Arzalluz, ese incremento se debe, sobre todo, al voto de antiguos electores de Herri Batasuna. Asi que el aumento del PNV no significó la disminución de los partidos constitucionalistas, que también mejoraron sus resultados en relación con 1999. Ahora la duda es saber qué harán los abertzales violentos.
Una vez más, el País Vasco mostró una profunda división entre nacionalistas y no nacionalistas, dos bloques muy consolidados que seguirán haciendo muy difíciles los planes de Juan José Ibarrtexe. El lehendakari tenía previsto antes del 25 de mayo seguir adelante con su programa soberanista para después de las vacaciones de verano, pero ahora las elecciones municipales le han vuelto a dejar claro que no controla Álava ni Vitoria.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de mayo de 2003