Barrio donde vivía uno de los suicidas de los atentados de Casablanca / ASSOCIATED PRESS
La transformación de Mohamed
Mohamed el Mehni, de 25 años, regresó a la chabola después de haber rezado a mediodía el Addhur en una pequeña mezquita ilegal, pero no comió el cuscús que había preparado su madre para toda la familia. Poco antes de las cuatro volvió al templo para rezar, esta vez, la oración del Asr. Se despidió con naturalidad de sus padres y hermanas. Era el viernes 16 de mayo. No le volvieron a ver.