"Contra viento y marea, el PP sigue siendo la primera fuerza política en la provincia de Málaga, pero es verdad que en el interior los resultados han sido medianos; no ha habido efecto guerra, ni efecto Prestige; si algo nos ha afectado ha sido el decretazo". Es el balance del presidente provincial, Joaquín Ramírez, aspirante frustrado a la presidencia de la Diputación, en donde el PP, con 13 diputados se quedará fuera del gobierno provincial. Los cuatro diputados de las comarcas del interior -Ronda y Antequera- han sido para el PSOE (3) e IU (1).
Los 14 diputados socialistas pueden formar gobierno con los dos de IU. La dirección del PSOE está dispuesta a repetir el pacto tripartito de 1999, incluyendo al diputado del PA, "siempre que se incluyan los municipios de la provincia", afirma el secretario regional de Política Municipal, Salvador Pendón. Ramírez ha llegado a ofrecer conversaciones a IU y PA. Pero la respuesta de Izquierda Unida ha sido displicente: "El PP pierde el tiempo, nada nos une con ellos". El diputado del GIL no podrá jugar ningún papel de árbitro.
El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, en sus primeras declaraciones, ha empujado a Ramírez a tener un "papel importante" como jefe de la oposición en la Diputación. Sin embargo, el presidente provincial pretende ser primer teniente de alcalde de Málaga. Su destino es duda. Otra interrogante es quién será el presidente socialista de la Diputación: si el actual, Juan Fraile, o el vicepresidente Salvador Pendón.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de mayo de 2003