La treintena de trabajadores sanitarios del centro penitenciario de Picassent que desde el día 7 llevaban encerrados en la dirección del centro en protesta por sus largas jornadas laborales anunciaron ayer que suspenden temporalmente las movilizaciones tras celebrarse un encuentro entre los sindicatos del centro penitenciario y representantes del Ministerio de Administraciones Públicas.
Los trabajadores protestaban por no tener limitada su jornada laboral al sentirse "excluidos" del acuerdo que el pasado 20 de noviembre de 2002 firmó la mesa general de la Función Pública, en el que se limita a 1.645 las horas laborales al año, además de establecer normas sobre vacaciones, permisos y licencias, entre otras cuestiones. Así, comentaron que había médicos y enfermeros que llegaban a trabajar hasta 60 y 70 horas a lo largo de la semana.
Manuel Sáez, representante sindical de UGT que ayer se trasladó a Madrid a entrevistarse con miembros del ministerio, señaló que se tomó la decisión de suspender las protestas ante el compromiso de la subdirección general de relaciones laborales de Administraciones Públicas de estudiar el asunto. Sáez comentó que los funcionarios del ministerio mostraron su sorpresa ante la situación de que hubiera funcionarios sin un tope en su jornada laboral. Al tiempo que los trabajadores sanitarios reunidos en asamblea acordaron paralizar la protesta, advirtieron que no renuevan a nuevas acciones "en caso de que no se aporten soluciones definitivas a esta crítica situación". También denunciaron que este conflicto "no es sino la punta del iceberg del deterioro progresivo que está sufriendo la sanidad penitenciaria en los últimos años y, en especial, el centro de Valencia".
A lo largo de las jornadas de movilizaciones, además del encierro, algunos de los trabajadores sanitarios de Valencia y Alicante llevaron adelante huelgas de hambre. En el caso de Valencia, esta situación llegó a provocar problemas en el reparto de metadona a los toxicómanos del centro penitenciario.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de mayo de 2003