Fernando G.B. se sentó ayer en el banquillo de los acusados por un supuesto delito de abuso sexual continuado de su sobrina desde que ésta tenía ocho años y hasta que cumplió 15. El fiscal solicita para él 23 años de prisión y una indemnización de 6.000 euros.
Según consta en la calificación del fiscal, Fernando G.B. mantuvo relaciones sexuales con penetración vaginal con su sobrina desde 1990 hasta el 19 de mayo de 1995. Asimismo, relata que esos abusos se repetían todas las semanas en dos o tres ocasiones siempre en el domicilio de la esposa del acusado, en Albalat dels Tarongers, en una caseta que se estaba construyendo en Algar o en algunos de los vehículos del procesado. Los hechos cesaron cuando en 1997 la menor empezó una relación sentimental, razón por la que, según explicó ella ayer en el juicio, el acusado se enfadó y dejó incluso de dirigirle la palabra. El último abuso sexual que consta ocurrió el 6 de noviembre de 1999. Ocho días después, la madre de la menor presentó una denuncia.
El acusado negó ayer ante el tribunal haber abusado de su sobrina y afirmó que la relación que mantenía con ella era "absolutamente normal".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de mayo de 2003