El vino continúa incluido en el último borrador de la Ley de Prevención del Consumo Indebido de Bebidas Alcohólicas, más conocida como ley del botellón, a pesar del compromiso adquirido por el Ministerio de Agricultura para dejarlo fuera. Tanto la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) como la Unió de Llauradors criticaron ayer esta situación y exigieron al Gobierno la exclusión del vino de esta normativa. Las dos organizaciones agrarias valencianas recordaron que ya existe un proyecto de Ley de la Viña y el Vino, que actualmente se tramita en el Senado. Una ley específica que regula todos los aspectos relacionados con la producción y el consumo de esta bebida, y que lo define como un alimento natual. La inclusión del vino en la Ley de Prevención del Consumo Indebido de Bebidas Alcohólicas, según la Unió, choca con esta consideración al calificar el producto como una bebida alcohólica cuyo consumo "debe ser reducido y casi perseguido al igual que su promoción".
AVA alertó de los efectos perniciosos que esta inclusión tendrá para el sector vitivinícola ya que supondría la prohibición de realizar campañas de promoción y, por ello, acabaría influyendo en las ventas. Unas ventas que no dejan de caer desde hace años. La organización recordó que desde 1987 el consumo de vino por habitante y año ha bajado desde los 46,6 litros a los 30,6 en 2001.
La Unió , además, alertó de las graves repercusiones sociales, económicas y medioambientales que tendría para la Comunidad Valenciana la inclusión del vino en esta ley. La organización recordó que "muchas zonas" del interior basan su economía en el sector vitivinícola, "que garantiza la fijación de la población en el medio rural y la cohesión territorial".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de mayo de 2003