La dependencia a la cocaína sigue creciendo en la Comunidad Valenciana. El año pasado, el número de personas que inició un tratamiento de desintoxicación de esta sustancia creció un 25% respecto al año anterior. De esta forma, a los centros de asistencia dependientes de Bienestar Social llegaron 1.994 personas buscando apoyo para abandonar su adicción, frente a los 1.591 de 2001. Frente a este crecimiento, la demanda de ayuda de heroinómanos descendió notablemente.
Los datos reflejan una disminución de 3.431 casos en 2001 a 2.444 en 2002, lo que confirma el crecimiento de la cocaína a costa del derivado opiáceo.
En total, en 2002 hubo 9.119 personas que iniciaron una terapia dirigida a abandonar hábitos relacionados con el abuso del alcohol o de cualquier otro tipo de drogas. La diferencia respecto al año anterior ha sido mínima (9.171) de tal forma que ha habido un ligero descenso de 52 casos respecto a 2001. Por segundo año consecutivo, el alcohol fue la sustancia que generó mayor número de inicio de procesos de desintoxicación. El 44% de los pacientes atendidos era alcohólico frente al 27% de casos atendidos por dependencia a la heroína, el 22% por cocaína y el 5% por cannabis. El consejero de Bienestar Social, Rafael Blasco, admitió el aumento del número de adictos a la cocaína aunque apuntó que "en el cómputo general, la asistencia a las personas adictas a drogas ilegales ha descendido considerablemente". La Generalitat Valenciana asumió, la semana pasada, las unidades de conductas adictivas (UCA) de titularidad municipal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de mayo de 2003