"Ha habido una movilización importante de los jóvenes y de los votantes del PSOE que hace cuatro años nos dieron la espalda. A eso se ha sumado el desgaste del PP por la falta de diálogo". Ése es el balance que hace el nuevo alcalde de Alcorcón, Enrique Cascallana Gallastegui, del PSOE, que ha arrebatado al PP su gran bastión en la zona sur.
Cascallana aspira ahora a formar "un gobierno más tolerante" y a acabar con el "parón" que ha sufrido el municipio en los últimos cuatro años. "Cumpliré todas las promesas que he hecho", afirma sin dudarlo.
Licenciado en Derecho por la UNED, casado y con cuatro hijos, Cascallana se enfrenta a una economía municipal maltrecha, según asegura. "El reto que tenemos que asumir es muy grande. Por un lado tenemos que sanear las arcas del Ayuntamiento, y por otro, endeudarnos para llevar a cabo las inversiones, viviendas e infraestructuras necesarias para una ciudad como Alcorcón", explica. De hecho, su primera medida de gobierno será expropiar más de dos millones de metros cuadrados al sur del término municipal para construir viviendas sociales. "No habrá vacaciones hasta que aprobemos el plan de urbanización. Para ello, pediremos un crédito hipotecario de 120 millones de euros, que nos permita hacer viviendas para los jóvenes", explica. A ello se unirá la construcción de 10.000 plazas de aparcamiento en propiedad y otras 1.500 de rotación en el centro del municipio para revitalizar el pequeño comercio
La otra gran apuesta de esta nueva cara al frente del Consistorio alcorconero será el canalizar la participación ciudadana. Para ello, formará de inmediato consejos sectoriales y nombrará dos defensores: el del ciudadano y el del discapacitado. "Apostamos por un presupuesto participativo en el que tengan cabida las propuestas de las juntas de distrito y de los particulares", añade. "Va a haber un cambio de talante total y voy a estar en permanente diálogo con los ciudadanos", afirma.
A pesar de gozar de mayoría absoluta, la intención del futuro alcalde es ofrecer un pacto de gobernabilidad o la formación de gobierno conjunto con los dos ediles de IU. El traspaso de poderes hasta ayer había sido nulo, según comentó Cascallana. El alcalde en funciones, Pablo Zúñiga, del PP, sólo le felicitó la noche de las elecciones. Aún no le ha ofrecido reunirse para ver los temas pendientes: "Espero que en breve comiencen las conversaciones y todo se haga de forma civilizada". "Además, hay que poner las bases de funcionamiento de la corporación para el próximo mandato y se debe de hacer antes de que se forme el nuevo Ayuntamiento. Quiero que todos los grupos políticos tengan los medios necesarios para hacer su trabajo, cosa que no ha pasado los últimos cuatro años", recuerda.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de mayo de 2003