C. Y.,
Las religión estará presente en la Constitución Europea. Uno de los contenciosos que más sensibilidad han despertado, en el que no han faltado las presiones de los obispos y de Juan Pablo II, se concretó ayer en el preámbulo que encabezará la Carta Magna de la UE.
La fórmula contiene una referencia a las "herencias culturales, religiosas y humanistas" de Europa, dando así satisfacción a la Iglesia y a los democristianos presentes en la Convención. Los italianos y los españoles han sido los máximos defensores de la idea.
El preámbulo arranca con una cita del filósofo ateniense Tucídedes: "Nuestra Constitución se llama democracia porque el poder no está en manos de una minoría, sino de todo el pueblo". Y añade el texto: "Conscientes de que Europa es un continente portador de civilización; de que sus habitantes, llegados por oleadas sucesivas desde las épocas primeras de la humanidad, han desarrollado progresivamente los valores que son el fundamento del humanismo: la igualdad de los seres humanos, la libertad, el respeto a la razón; inspirándose en las herencias culturales, religiosas y humanistas de la Europa que, alimentada primero por las civilizaciones griega y romana, influidas por el impulso espiritual que la ha recorrido y que todavía está presente en su patrimonio...".
La redacción fue concluida ayer por el Presídium de la Convención, que así concluyó el proyecto de Constitución Europea.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de mayo de 2003