El Ejércitó indonesio, que ha lanzado una operación militar "total" contra el Movimiento de Liberación de Aceh (GAM) y decretado la ley marcial en esa provincia del norte de la isla de Sumatra, el 19 de mayo, tiene sitiada la zona y, según la Cruz Roja indonesia, entre los cuatro millones de habitantes de Aceh comienzan a aparecer el hambre y la escasez de medicinas.
El Ejército ha ordenado a las organizaciones no gubernamentales que abandonen Aceh, porque ahora serán los soldados los que se encarguen de la distribución de la ayuda humanitaria. Asimismo, ha anunciado que tiene previsto establecer grandes campamentos para acoger a unos 300.000 refugiados desplazados por los combates y porque pretende mover a la población para emitir a cada uno de los habitantes de Aceh un nuevo carnet de identidad. Con ello, pretenden distinguir a los civiles de los integrantes del GAM, que ascienden, al parecer, a unos 5.000 hombres armados, contra los 45.000 efectivos que ha enviado el Ejército.
Aunque el portavoz militar aseguró que "no se forzará" a los habitantes de las zonas de combate a instalarse en los campos de refugiados, la ofensiva de Aceh trae a la memoria las brutalidades que el Ejército indonesio cometió en Timor Oriental entre 1989 y 1999, que están siendo juzgadas en la actualidad y están detrás de la muerte de 10.000 timorenses. Según fuentes militares, en estas dos semanas de campaña han muerto 75 rebeldes, pero las organizaciones no gubernamentales sostienen que muchos de ellos son civiles. Tal vez por ello, la decisión del Ejército de someter a los independentistas de Aceh sin "testigos incómodos".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de mayo de 2003