Hay muchas cosas, ideas y reflexiones que hacer en estos días poselectorales, pero yo debo reconocer mi indignación y vergüenza ante el todavía numeroso apoyo que ha recibido el PP y quiero agradecerle a esa gran señora y política que ha demostrado ser Trinidad Jiménez por la mejor lección de democracia que me han dado en mi vida.
Gracias, Trinidad, por haber dicho con valentía, humildad, honestidad y con la cabeza muy alta "he perdido". Pocos políticos serían capaces. Gracias por decir que no tienes miedo, por no dar cabida a ese sentimiento en el ejercicio de la democracia, gracias por tu intención de seguir trabajando, gracias por demostrarnos que la defensa de aquello por lo que se lucha es un arduo camino en el cual no cabe tirar la toalla, gracias por ayudarme a aceptar, pero, sobre todo, gracias por hacerme ver que no hemos perdido, porque mientras sigan existiendo personas de tu capacidad en nuestro panorama político, todos habremos ganado y nuestros esfuerzos merecerán la pena.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de mayo de 2003