Una de cal y dos de arena para el Gobierno de Lula. Primero, las malas noticias: la tasa de paro de Brasil creció siete décimas en abril respecto al mes anterior, hasta el 20,6% de la población activa, lo que representa el mayor nivel alcanzado desde 1985, según las fundaciones Seade y Dieese. Y ahora las buenas: el producto interior bruto (PIB) del país suramericano creció un 2% en el primer trimestre de este año en relación a los tres primeros meses de 2002, a pesar de que descendió un 0,1% respecto al periodo anterior. Además, Brasil obtuvo en abril un superávit fiscal de 9.849 millones de reales (3.283 millones de dólares), el mayor saldo mensual positivo en las cuentas públicas de los últimos 12 años.
Respecto al desempleo, los incrementos más fuertes se produjeron en las personas de 25 a 39 años y afectó sobre todo a la región de São Paulo, donde aumentó en más de 110.000 personas respecto al mes precedente, hasta 1,941 millones. Los ingresos medios reales (deducida la inflación) de las personas con empleo descendió un 3,9%, hasta 857 reales (286 dólares). Desde 1985, los trabajadores han perdido un 51% del poder adquisitivo.
En cuanto al incremento del PIB, fueron el sector agrícola y ganadero los que continuaron impulsando el crecimiento económico brasileño, con un incremento del 3,7% en el primer trimestre respecto al periodo precedente, mientras que la industria cayó un 2,2% y los servicios se mantuvieron estables. Por último, el Banco Central informó de que el superávit acumulado en los primeros cuatro meses del año totalizó 32.683 millones de reales (10.894 millones de dólares), el equivalente al 6,53% del PIB.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de mayo de 2003