El sargento Juan Jesús Nieto Mesa, Susi, de 29 años, tenía claro ya a los 16 que el trabajo de chapista en un taller de Montehermoso (Cáceres) era una circunstancia de su vida, pero que su auténtico futuro pasaba por el Ejército. "Ser un buen soldado" era su ilusión, recuerda Florencia Mesa, su madre, quien no olvida cuando escribió la carta para ir de voluntario:
- "Pero... si eres muy pequeño aún...," le dijo.
- "Sí mamá, pero es que yo quiero ser soldado".
Su padre, Saturnino, asegura que leía mucho y que, aunque no pudo estudiar en el pueblo, se entregó y sacó dos cursos de FP en un año. Nieto estuvo en Bosnia y Afganistán y ya no podrá disfrutar el piso recién comprado, que iba a compartir con su novia, Lorena.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de mayo de 2003