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"Simancas será mi presidente, como el de todos los madrileños"

"Cuando sea investido, Rafael Simancas será también mi presidente, como el de todos los madrileños. Y la relación con él será de lealtad y cooperación institucional, independientemente de que pertenezcamos a partidos distintos", afirmó ayer Alberto Ruiz-Gallardón.

El alcalde electo tomará posesión de su cargo el próximo 14 de junio, y desde entonces hasta que deje la alcaldía tendrá que lidiar con un presidente autonómico, el socialista Simancas, que podría pararle en seco algunos de sus más ambiciosos proyectos. Ayer, preguntado por los periodistas tras la reunión del Consejo de Gobierno, el aún presidente regional no quiso hablar de "hipotéticos desencuentros".

"En 1995, cuando yo fui elegido presidente de la Comunidad, el presidente del Gobierno era Felipe González. Y mantuve con él esa misma lealtad institucional que me propongo practicar ahora. No voy a entrar en debates anticipados sobre hipotéticos desencuentros: es una forma de forzarnos, a mí el primero, a ir por el camino de la lealtad", subrayó Ruiz-Gallardón.

La realidad es que el futuro alcalde puede sufrir ahora en sus propias carnes lo que su predecesor, José María Álvarez del Manzano, tuvo que aguantarle a él durante años: no sólo es que el Ayuntamiento de la capital tenga bastantes menos competencias que la Comunidad de Madrid, sino que algunas de sus políticas más importantes, entre ellas las urbanísticas, necesitan del visto bueno del Gobierno regional para ser ejecutadas.

Ruiz-Gallardón estará, por tanto, a expensas de la aprobación de Simancas para realizar proyectos clave de su programa electoral, como la rehabilitación de viviendas que quiere acometer en el centro de la ciudad. Aun así, el alcalde electo expresó ayer su confianza en que la relación entre ambas administraciones será buena y que la "cooperación institucional" se impondrá al desencuentro de los partidos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de mayo de 2003