Mi hermano fue operado hace tres años de un tumor cerebral en el hospital de la Princesa. Todo resultó bien, quedando muy recuperado, pero desde primeros del pasado abril empezó a sentirse mal. Fue de urgencias el día 28 de abril, comentándole los médicos que era necesaria una resonancia para poder evaluarle, pero que le remitían a su neurocirujano. Éste le dio cita para el 22 de mayo, informándole de que sin una resonancia no podría evaluar si se trataba de un edema o de la aparición de un nuevo tumor.
Después de varias llamadas, le dan cita para octubre (es decir, cinco meses). Reclamamos al hospital que es una prueba urgente y nos informan de que los radiólogos no lo estiman así. No sé quiénes serán estos señores para evaluar la urgencia de una prueba sin conocer los antecedentes y la situación actual y saltándose las recomendaciones del neurocirujano. Solución: ir a una clínica privada y pagar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de mayo de 2003