Los ataques que el presidente de la CEOE, José María Cuevas, lanzó el martes contra Joaquín Almunia provocaron ayer una dura reacción de la izquierda y de los sindicatos. El propio Almunia tachó a Cuevas de "funcionario verticalista" y de plegarse a los intereses del PP. En la organización empresarial, la intervención de Cuevas ha causado malestar. El vicepresidente Joan Rosell dijo que los empresarios deben estar mudos en campaña.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 2 de marzo de 2000