Una vez más con el agua al cuello y en el último suspiro. Y una vez más, ahí estaban Fucka y Bodiroga para solventar la papeleta al campeón de Europa. El Barcelona selló ayer su pase a las semifinales, en las que se medirá con el Estudiantes, después de un encuentro épico en el que el Lucentum, recién ascendido de la LEB, lo tuvo durante 39 minutos contra las cuerdas.
BARCELONA 73 - LUCENTUM 68
Barcelona: Jasikevicius (9), Bravo (0), Bodiroga (14), Fucka (14), Dueñas (8) -cinco inicial-; Rodríguez (2), Navarro (13), De la Fuente (4), Femerling (7) y Alzamora (2).
Lucentum: Prigioni (9), Perasovic (14), Stojic (3), Roe (10), Junyent (10) -cinco inicial-; García (14), Millera (0), Baldo (8) y Gómez (0).
Árbitros: Mitjana, García O. y Conde.
Parciales: 17-17; 24-22; 20-18 y 12-11.
Palau Blaugrana. Unos 6.730 espectadores.
El Barcelona disputará su primer partido de semifinales contra el Estudiantes el 5 de junio. Hoy juegan Tau y Unicaja el cuarto partido.
Necesitaban los alicantinos la victoria para prolongar su agonía y a punto estuvieron de amargarle al Barça los dos días que ahora Pesic, en un gesto sin precedentes, les concederá de fiesta. Al Lucentum le faltó fuelle y calidad en el instante final, justo cuando más los necesitaba para asestarle la estocada a un Barça que ya pensaba en la semifinal.
Pero fue entonces cuando todo el esfuerzo de Perasovic y de Roe, que ayer no tuvo su mejor día, se quedó en nada. Fucka, veloz y espléndido en ataque durante todo el encuentro, también se lució en defensa en el momento preciso. Un tapón suyo y un rebote ofensivo pusieron el encuentro en franquicia para los azulgrana a minuto y medio para el final. Sólo faltaba que apareciera el otro que nunca falla, el que siempre está en el instante decisivo. Bodiroga, muy desdibujado durante todo el partido, resurgió para, con un rebote y dos tiros libres, sellar el 3-0 y el pase del Barcelona a semifinal.
Al Lucentum, pese a caer por la vía rápida, no cabe reprocharle nada. Haber forzado un cuarto partido incluso hubiese sido más que un milagro. Mirando una Liga en la que todo un Real Madrid, por ejemplo, no está en la fase final, tampoco o se le podía pedir ni un gramo de brillo más al novato triunfador en la primera categoría del baloncesto español.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 31 de mayo de 2003