La muerte de Miguel Sánchez Alcázar provocó una conmoción en su pueblo natal de Villanueva de los Infantes, en Ciudad Real. Miguel dejó el pueblo de niño, a los seis años, pero parte de su familia vive allí todavía y lo recuerdan como un joven militar "por vocación". Aunque solamente su tío y sus primos permanecen en la localidad, se le sigue recordando a él y a sus cinco hermanos, cuatro mujeres y un varón, como "la alegría del pueblo". "Aunque no se haya criado en Villanueva de los Infantes, sus raíces están aquí", declaró anoche una de sus tías.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 31 de mayo de 2003