El periodista marroquí Alí Lmrabet, condenado a cuatro años de cárcel por "ultraje al rey", endureció el jueves por la noche la huelga de hambre que inició hace 25 días en protesta por el acoso judicial y policial al que está siendo sometido, según informó su abogado, Abderrahim Jamai.
Lmrabet, ingresado desde el lunes en el hospital Avicena de Rabat, decidió dejar de ingerir líquidos y se retiró él mismo el suero que recibía por vía intravenosa después de haber recibido en su habitación la visita "amenazante" de varios agentes del principal servicio secreto marroquí, según indicó su familia. El deterioro de su estado de salud había obligado a trasladarle de la cárcel de Salé, en la periferia de la capital marroquí, donde cumple la condena, hasta una habitación del centro hospitalario.
"Su situación es muy inquietante", afirmó Jamai, quien no pudo ver a su cliente durante tres días. La organización de defensa de los periodistas, Reporteros Sin Fronteras, publicó ayer un comunicado en París en la que se declara "extremadamente preocupada" por la suerte del periodista marroquí. "Reiteramos nuestra demanda a las autoridades marroquíes para que pongan inmediatamente en libertad al periodista con el fin de que (...) reciba todos los cuidados que necesita", señala el comunicado.
Director de las revistas satíricas Demain y Douman, Lmrabet ingresó en prisión el pasado 21 de mayo después de que un tribunal le condenase por publicar el presupuesto de la Casa del Rey de Marruecos, una entrevista con un izquierdista marroquí que se declaraba republicano y un par de fotomontajes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 31 de mayo de 2003