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OPINIÓN DEL LECTOR

Inmigración en la escuela

Hace poco tuve la oportunidad de hacer un trabajo documental en una de las muchas escuelas públicas que hay en el barrio de Ciutat Vella. Escogimos una en la que la mayor parte de los alumnos son niños inmigrantes que no sobrepasan los 10 años y de procedencia diversa: China, Marruecos, Pakistán...

Eso tendría que enriquecer a los niños, ya que desde muy pequeños se relacionan con el fenómeno de la multiculturalidad. Pero lamentablemente hay graves deficiencias que les obstaculizan el aprendizaje. Muchos de ellos parten de un nivel inferior al propio de los niños catalanes o españoles: desconocen la lengua, tienen familias desconfiadas con el sistema, falta de recursos, etcétera. A pesar de la dedicación de los profesores, el nivel que obtienen siempre va detrás del establecido. Este hecho genera desconfianza en las familias autóctonas, que prefieren apuntar a sus hijos en otros centros, de modo que estas escuelas se están convirtiendo en guetos aislados y marginados por la sociedad. Se trata de una de las muchas pescadillas que se muerden la cola, y si no se encuentra solución para ello, se agravará progresivamente el problema de adaptación de los inmigrantes. ¿No es obvio que cuando estos niños crezcan, sin haber conseguido la confianza de muchos de nosotros, sientan que no forman parte de nuestra comunidad?.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 1 de junio de 2003