El Ministerio de Medio Ambiente considera cumplidos sus compromisos en la limpieza y regeneración del litoral gallego, a seis meses y medio de la catástrofe del Prestige. Sólo queda chapapote en una docena de playas coruñesas y la mitad estarán listas antes de julio; para las demás no hay fecha. "No quiero ser triunfalista", señaló ayer José Trigueros, director general de Costas, en la presentación de los resultados. "No se han acabado los problemas, pero porque éste ha sido el mayor desastre ecológico de toda la historia de España", reconoció.
Los vertidos del Prestige contaminaron más del 72% de las playas gallegas y 1.400.000 metros cuadrados de rocas. Los trabajos, en los que han participado voluntarios, Fuerzas Armadas, técnicos y científicos de diversa procedencia, se han dirigido a la limpieza y regeneración de la superficie costera, equivalente, sólo los arenales, a más de 1.000 campos de fútbol. La movilización de personal, indumentaria, herramientas, contenedores y maquinaria ha sido impresionante, como las primeras avalanchas de voluntarios. Además, con 410 máquinas hidrolimpiadoras se ha extraído fuel de 674.000 metros cuadrados de roca.
En la fase en marcha se acomete la limpieza de 280.000 metros cuadrados de roca y de 12 playas de los municipios de Fisterra, Carballo, Arteixo, Ponteceso, Valdoviño, Cée y Muxía.
La práctica totalidad de las vedas que se impusieron a la pesca y el marisqueo también se han levantado. En algunas especies y artes, los pescadores constatan escasez con respecto a temporadas equivalentes de años anteriores. La desaparición de plancton por la contaminación ha afectado por ejemplo a la flota de la anchoa del Cantábrico, que ha encontrado los caladeros habituales desiertos de anchoa.
Hasta hace un mes, los afectados por la catástrofe habían solicitado al Fondo internacional de compensación por contaminación de hidrocarburos reclamaciones por 139 millones de euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 1 de junio de 2003