La consejera de Agricultura, María Ángeles Ramón-Llin, quiso ayer tranquilizar a los productores valencianos de arroz. Tras asistir a la Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural en Madrid, Ramón-Llin defendió que si se aprueba la propuesta de reforma de la Política Agrícola Común (PAC) se mantendrán las ayudas a los arroceros ya que, argumentó, si se reduce el precio de intervención (al que acaba equiparándose el precio de mercado) se compensará con un "incremento de las ayudas directas al cultivo" ya que las zonas donde se cultiva el arroz en territorio valenciano son de especial protección medioambiental.
La responsable agraria valenciana recordó que confía en que la reforma agraria europea "reconozca la especificidad de la producción del arroz cultivado en zonas húmedas" como ocurre en la Comunidad Valenciana, que junto a Cataluña, Andalucía e Italia pretende que el cultivo en estas zonas sea declarado "de interés especial".
El sector del arroz es, junto al de los frutos secos, el más afectado en la Comunidad Valenciana por la reforma de la PAC que proyecta Bruselas. Desde el sector se reclama el mantenimiento del precio de intervención (que Bruselas pretende rebajar) y la regionalización de las ayudas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 3 de junio de 2003