Los pescadores están a la gresca. La flota de bajura del Cantábrico decidió ayer volver a salir a faenar tras una tensa reunión celebrada en Santander. Las cofradías de Guipúzcoa, Asturias y Galicia respaldaron esta postura frente a Vizcaya y Cantabria, que votaron en contra. El presidente de los pescadores cántabros, Tomás Cos, consideró "sospechoso" el voto de los gallegos y acusó al representante guipuzcoano, Esteban Olaizola, de "amañar" la votación.
Los arrantzales faenarán la anchoa tras permanecer amarrados durante casi dos semanas ante la falta de pescado en la mar a causa, según los representes de las cofradías, de la contaminación producida por el vertido del Prestige.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 4 de junio de 2003