Es hora de recordar al poeta: "A quienes defendemos el valor de la palabra frente a las pistolas que únicamente escupen muerte, los diccionarios más completos se nos antojan manuales gastados de donde ya no sabemos qué calificativos utilizar. Ante tanta iniquidad y barbarie, yo elijo la dignidad de las víctimas, siempre inocentes. Antes que la geografía, elijo la humanidad. Nunca el fanatismo que esclaviza mentes, siempre el pensamiento que vuela libre. Y el valor de la palabra, siempre la palabra: /Porque donde no tiene voz un hombre, allí, mi voz/ (Pablo Neruda)".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 4 de junio de 2003