El pasado 4 de junio, un lector de Cádiz me atribuye algo que nunca he escrito ni dicho: que "un voto de la ciudad vale más que uno de zonas rurales". Por lo visto, este señor ha interpretado así la última frase de mi artículo del pasado 30 de mayo, en la que decía: "¿De verdad alguien cree que se puede culminar la modernización de Andalucía con un PSOE cada vez más anclado a sus bases rurales?"
El problema de la "ruralización" del voto socialista es algo que preocupaba ya en el PSOE a mediados de los ochenta, como podrá comprobar el lector si se toma la molestia de leer las páginas 391 y siguientes de las Memorias políticas de Joaquín Almunia, quien cita trabajos de investigación hechos por el demógrafo Joaquín Leguina y el sociólogo Julián Santamaría.
El aprecio de este lector por la libertad de expresión es patente cuando pide que este periódico me invite a dejar de colaborar en sus páginas, en las que, por lo visto, sólo quiere leer opiniones como la suya. Él se lo pierde. Lo bueno de vivir en una democracia es que te permite mantener una dieta intelectual rica y variada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de junio de 2003