Los representantes de los trabajadores de los astilleros Izar se reúnen hoy con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) para tratar la negociación de un convenio colectivo único para todo el grupo y el problema de la carga de trabajo. En lo que va de año, aproximadamente el 77% de los contratos para construir barcos en el mundo se los han llevado los astilleros coreanos y el resto se han repartido por todo el mundo, según fuentes sindicales. Buscan un mayor compromiso del Gobierno.
Los trabajadores que han comenzado una campaña de paros de dos horas exigen mayor compromiso del Gobierno en apoyo a la industria naval. Izar cuenta con aproximadamente 11.000 trabajadores en 11 centros de trabajo (10 astilleros) repartidos por toda España. Los paros de dos horas decididos ya se llevarán a cabo los días 10 y 11, 17, 18 y 19, y 24, 25, 26 y 27 de junio. Además, los sindicatos prevén iniciar la próxima semana contactos institucionales para abordar el problema de la falta de nuevos contratos.
Las centrales saben que tienen en los paros un elemento de presión muy fuerte, ya que existe una penalización de hasta 360 millones de euros por los retrasos en la entrega de los dos buques gaseros de la naviera Fernández Tapias. El primero, que se construye en La Naval de Sestao, debe entregarse en agosto, y el segundo, que se hace en Puerto Real, en octubre. Las centrales saben que la no entrega en plazo podría llevar a la empresa a la quiebra.
Los sindicatos pondrán hoy en la mesa de negociación un informe que se maneja ya en Europa que asegura que los astilleros coreanos trabajan con un precio hasta un 30% inferior al coste real para las navieras que no son de su propia nacionalidad. Así, señalan que Unión Fenosa acaba de encargar dos gaseros en Corea sencillamente por una cuestión de precio.
Además, van a pedir al Gobierno español que presione en la Comisión Europea para que se pueda competir en condiciones de igualdad. Las centrales se quejan de que la dependencia de SEPI del Ministerio de Economía y la participación de Ciencia y Tecnología en los consejos europeos de Industria impiden una defensa clara de los intereses nacionales.
Sobre Izar pende un expediente de la Comisión por ayudas de Estado en la fusión entre AESA y Bazán en 2000. El regulador europeo de la Competencia investiga una inyección de capital al grupo de 1.477 millones de euros y una aportación adicional de 515 millones a los centros de Juliana, Cádiz, Manises, Astano, Puerto Real, Sestao y Sevilla. Los sindicatos creen que la Comisión se ocupa más de la competencia en un sector europeo en crisis que de la competencia desleal del resto del mundo. En todo caso, aspiran a que el Ejecutivo impulse un consorcio europeo de construcción naval, dado que la crisis del sector afecta ya a toda la UE.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de junio de 2003