La Internacional Demócrata de Centro (IDC) aprovechó ayer la reunión de su comité ejecutivo en Lisboa para aprobar una dura resolución de condena al régimen cubano y reclamar "la promoción de un cambio político y democrático en Cuba". La IDC, holding político que sucede a la Internacional Demócrata Cristiana y que preside José María Aznar, dedicó buena parte de su reunión a criticar al régimen cubano, al que exigió "el cese inmediato de sus actos de violencia, represión y terror", así como "el respeto a las libertades fundamentales y a los derechos humanos, incluyendo el derecho a la libre expresión y el derecho de asociación". Los partidos que integran la IDC, de orientación de centro derecha y, en su mayoría, con cierto poso de democracia cristiana, respaldaron a la oposición cubana y pidieron a la comunidad internacional que no siga "impasible ante los atropellos a la libertad de los cubanos".
La IDC, además, recibió las solicitudes de ingreso de la UMP francesa, el partido de Jacques Chiraq, y del Istiqlal marroquí. También solicitaron incorporarse a la IDC partidos de centro derecha de Eslovaquia, Mauritania, Cabo Verde y Camboya.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de junio de 2003