Ayer me levanté con la noticia del accidente del Talgo en Chinchilla. Se me ponen los pelos de punta, cojo ese tren en numerosas ocasiones; el tramo entre Chinchilla y Cartagena está sin desdoblar, sin electrificar y sin una inversión mínima para una comunidad como Murcia.
En ese tramo el tren se mueve, vibra, frena bruscamente, tiene que esperar en las estaciones a que pase el tren que viene en dirección contraria.
Es una vergüenza que nos vendan a los murcianos la ilusión del AVE para tenernos calladitos y que después Renfe no invierta en modernizar la red en Murcia.
Sigo sin explicarme por qué la gente respalda en la urnas a estos políticos. ¿Cuántas tragedias más nos esperan? Mi más sentido pésame a los familiares de las víctimas. Señor Cascos, por dignidad, dimita. Pero se me olvidaba: el PP borró del diccionario la palabra dimitir.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de junio de 2003