Leo unas declaraciones del señor Aznar en EL PAÍS del día de junio, en las que dice que gracias a que son imperfectos no han ganado las elecciones en todos los sitios, y que si fueran perfectos las ganarían en todos, y esto les convertiría en insoportables.
De acuerdo con la primera parte, imperfectos sí; en absoluto con la segunda, no hace falta que sean perfectos ni que ganen en todos los sitios para convertirse en insoportables. Ese galardón lo ostenta con una propiedad odiosa nuestro presidente desde hace mucho tiempo.
El combinado de chulería, altanería y megalomanía del señor Aznar y su equipo es absolutamente insoportable.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 8 de junio de 2003