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Crítica:LA MONUMENTAL | LA LIDIA

'Listo', un toro bravo

En la tercera corrida de toros de la temporada barcelonesa se ha iniciado el desfile de ganaderías portuguesas por La Monumental. En ésta le tocó el turno a la de Vasconcellos, cuyo primer ejemplar, aunque medido de fuerzas, llegó boyante al último tercio, en el que un López Chaves muleteó con decisión, pero con poco sosiego. El astado desarrolló sentido y una colada por el derecho puso en guardia al diestro. El cuarto vio cómo López Chaves daba muchas voces, pero no conseguía lucimiento ante las dificultades de la res, de embestida corta.

Vasconcellos / Chaves, Renco, Ángel

Toros: Seis de José Luis Vasconcellos, de correcta presentación y en general de aceptable juego. Domingo López Chaves: silencio y silencio. El Renco, vuelta al ruedo y ovación tras aviso. Miguel Ángel, vuelta al ruedo y vuelta al ruedo tras aviso. Plaza Monumental. Barcelona, 8 de junio. Un quinto de entrada.

Renco le echó teatro a su capotear en el segundo. Con la muleta estuvo centrado y torero con la diestra. La res se aplomó pronto, pero el alicantino tuvo tiempo de torearla con asiento por el pitón izquierdo. Al final, muletazos de rodillas. Toreó al público, pero también al toro, que es lo que importa. El quinto hizo una buena pelea en varas y El Renco se dobló bien con él. Siguió muy encima y atosigando un tanto al animal, que en la media distancia era mucho más claro. Las ansias de agradar le hicieron estar algo acelerado, aunque mostrase valor y decisión. El remate fue lo mejor de su actuación, una excelente estocada, aunque la res tardase en doblar y fueran precisos cuatro descabellos.

Con un conato de larga a portagayola recibió Miguel Ángel al tercero, que metió la cabeza con claridad y nobleza en la muleta, viniéndose de lejos y facilitando el lucimiento a su matador, que pudo desarrollar un toreo de buen corte ante el bravo animal, de nombre Listo. Con el estoque, a la tercera fue la vencida y hubo justa ovación para el toro. Volvió a recibir al que cerraba plaza a la puerta de chiqueros y esta vez la larga afarolada le salió con limpieza. El toro, muy suelto en el tercio de varas, aunque apretase en el tercer encuentro con los montados, llegó también suelto a la muleta de Miguel Ángel, que casi lo sujetó y dio algunos muletazos de buen corte, aunque no tuvieron ligazón. Pausas y un largo trasteo, escuchando un aviso antes de entrar a matar, no impidió que Miguel Ángel diese una vuelta al ruedo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 9 de junio de 2003