¿Quién ha dicho que la vanidad es mala? Que se lo pregunten a José Genoino, el poderoso presidente del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, que llevó a Lula al poder. Genoino no se desprende nunca de su peine para mantener siempre el pelo en orden. Y ese peine, junto con la vanidad, lo salvó. Estaba Genoino saliendo en su coche blindado para una entrevista en el canal de Televisión Cultura junto con su asesora de prensa Daniela Antunes y su chófer Edson Tadeu Zacharias. Cuando el presidente del PT había ya entrado en el coche se acordó que se había olvidado del peine y subió al piso a cogerlo. Mientras tanto, dos "bandidos" secuestraron a Daniela y Edson, se los llevaron lejos durante dos horas hasta que sacaron de varios bancos el dinero de sus tarjetas de crédito. La periodista consiguió mantener los nervios calmados. Les dijo que ella era del PT, pero los narcos no sabían qué era eso. Querían sólo saber si la alcaldesa de São Paulo también era del PT y si iba a liberalizar la marihuana. Todo el resto les era indiferente.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 10 de junio de 2003