Unos 25.000 vecinos de las comarcas de Girona viven en zonas a las que no llega el servicio de Correos y otros 9.000 se ven obligados a recoger sus cartas en los denominados buzones concentrados, que se encuentran a la entrada de las urbanizaciones o núcleos dispersos. La mayoría de estos vecinos habitan en zonas rurales. Estos datos fueron facilitados ayer por el sindicato UGT. Los sindicalistas atribuyeron la mala gestión de Correos tanto a problemas estructurales como a la saturación que se produce en determinadas oficinas.
José Sayagués, portavoz sindical, atribuyó las deficiencias a una sistemática degradación del servicio que vienen denunciando desde hace años. El sindicato culpa, además, a la Ley Postal que aprobó el PP con el apoyo de CiU. Entre las oficinas en las que los retrasos son frecuentes, así como la acumulación de efectos postales, el Sindicato nombró las de Figueres, Olot, Empuriabrava, Blanes, La Bisbal y Banyoles. Todas ellas funcionan con plantillas muy reducidas que no pueden hacer frente a las puntas de trabajo.
La UGT denuncia que se invierta en tecnología para clasificar más deprisa el correo si luego, a la hora de salir a la calle, los carteros no pueden dar abasto en sus zonas.
También en la ciudad de Girona se producen situaciones de degradación del servicio. En algunos barrios que han ganado habitantes en los últimos años, el cartero no puede pasar diariamente por todos los domicilios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de junio de 2003