La central nuclear de Cofrentes no podrá generar electricidad durante los próximos siete días debido a una importante avería en el sistema eléctrico del generador. Cofrentes sufre así la parada por una anomalía más larga desde que entró en funcionamiento en 1985, según confirmaron ayer fuentes de la central. El fallo obliga a cambiar una pieza de varias toneladas de peso del sistema eléctrico del generador, "la parte convencional" de la instalación que no afecta al reactor nuclear, subrayaron las mismas fuentes. La central permanecerá en este tiempo en la llamada parada caliente, lo que supone el progresivo enfriamiento del núcleo del reactor.
La parada no causará "ningún problema de suministro" a los usuarios, ya que la red eléctrica nacional compensará la pérdida de producción de Cofrentes automáticamente. La central, en cambio, dejará de ganar unos 600.000 euros diarios con esta avería.
L'Entesa exige el "cierre gradual pero anticipado" de la instalación nuclear
La anomalía se detectó el martes a las 8.03 al producirse una especie de cortocircuito que hizo saltar las protecciones del generador, de 1.085 megavatios de potencia. El generador, según explican fuentes de la central, lleva la electricidad a la red por tres fases o conductores de salida a través del llamado "interruptor de generación". Los técnicos han identificado la avería en uno de los polos de la fase del interruptor de generación, y ese componente debe ser sustituido. La operación tardará una semana, ya que se trata de una pieza de "varios metros cúbicos de volumen" y algunas toneladas de peso.
La última parada automática de Cofrentes se produjo durante el arranque de la central tras la recarga de combustible en febrero y marzo de 2002. La instalación nuclear sufrió entonces 12 incidentes o sucesos notificables que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) interpretó como "un síntoma de la existencia de problemas que, de agravarse por no ser adecuadamente corregidos, podrían generar incidentes más significativos, algo que no es aceptable". Estos sucesos en el proceso de arranque no pusieron en peligro la seguridad de la central, como tampoco ahora esta avería, según el CSN, pero la oposición en las Cortes exigió responsabilidades "técnicas y políticas" tras conocerse el informe, y los sindicatos achacaron el problema a que Cofrentes tiene "menos plantilla de la necesaria", entre otras deficiencias. Meses después, en octubre, la central planificó una parada al estropearse una válvula cuya función es la descarga de agua acumulada en el sumidero de los equipos de contención al sistema de tratamiento de residuos.
Este nuevo fallo llevó ayer a L'Entesa a reclamar "el cierre gradual pero anticipado" de la central nuclear de Cofrentes. El diputado Carles Arnal recordó los "numerosos incidentes" de febrero y marzo de 2002 y por ello, insistió "en el altísimo riesgo de la industria nuclear". "Además de estos incidentes, que son muy preocupantes, la sociedad debe saber que en la misma central hay almacenadas 35 toneladas de residuos muy peligrosos", dijo Arnal, quien exigió que la central cese su actividad "lo más pronto posible". "Las declaraciones de las autoridades en el sentido de que el incidente no es grave no son precisamente tranquilizadoras, ya que el año pasado hubo un número de incidentes muy elevado y hablamos de una actividad energética muy peligrosa", que en opinión de Arnal debe ser sustituida por "energías limpias y renovables".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de junio de 2003