Un tren cargado de futuro llegó ayer a la Estación del Norte de Valencia. Automatismos para diversos procedimientos industriales, sistemas de gestión energética para edificios inteligentes, aparatos para medir la composición exacta de un gas con una precisión de partes por millón permanecieron estacionados durante toda la jornada como estímulo para estudiantes inquietos, deleite de profesionales o entretenimiento de curiosos.
La multinacional alemana Siemens ha optado por una exposición itinerante con cierto toque romántico como escaparate de los últimos hallazgos de sus departamentos de I+D, que gestionan un presupuesto de 5,8 billones de euros, una cantidad sin parangón con el exiguo 1% del PIB que el Gobierno español admite destinar al mismo capítulo.
Los visitantes asisten a las evoluciones de un automatismo capaz de discriminar los colores de unas pelotas de golf para seleccionar y embalar únicamente las bolas rojas. El juguete adquiere su verdadera dimensión cuando un experto explica lo complicado que puede ser elegir cuatro coches de un determinado color para atender el pedido de un cliente en una explanada en la que permanecen aparcados centenares de vehículos recién salidos de las cadenas de montaje.
El cromatógrafo de gases, un artilugio capaz de discriminar al detalle la composición de un gas, adquiere singular relevancia para la gestión de la seguridad del mayor complejo petroquímico existente en Alemania.
La válvula electromecánica del agua, sin embargo, tiene una utilidad mucho más doméstica. A través del teléfono móvil podemos cerrar los grifos de nuestra vivienda cuando una alarma indica que una bañera a empezado a desbordarse.
O la polarización de los cristales, que permite alterar el carácter opaco de las ventanas en un gran edificio y transformarlas en translúcidas para aprovechar la luz exterior y ahorrar energía.
La exhibición de simática acumuló ayer en Valencia un éxito de público y desbordó las previsiones de los organizadores, que estimaban una afluencia diaria de 400 visitantes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de junio de 2003